Por Jorge Casado
Construir una sociedad cimentada en valores, que dé como resultado una convivencia armónica y un ambiente de paz podría dejar de ser quimera al transcurrir los años.
Planteárselo, es como sumergirse en el argumento de un cuento de hadas, donde somos los protagonistas, pero donde podemos lograr el final feliz que nos proponemos. Para esto, la mejor herramienta es la educación integral, con la participación de todos los entes sociales, desde la familia y la escuela hasta las instituciones públicas y privadas. Nadie debe de sentirse ajeno al compromiso.
Así lo planteó la ponencia titulada "Una Comunidad de Aprendizaje a favor de los valores y la paz" dictada por Jesuan Texidor, de Puerto Rico, en el marco del IX Congreso Internacional de Literatura Infantil 2010, que organizó la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana, el Despacho de la Primera Dama y el Programa de Acercamiento a la Literatura Infantil (PIALI).
Entre tantas cosas, Texidor, hacía referencia a la promoción de los valores humanos a través de las diferentes manifestaciones artísticas y docentes como una forma de encaminar el cambio cultural de los individuos de hoy día.
Promover actividades de opinión en las aulas, trabajos en grupos, conversatorios y discusiones en los hogares, haciendo hincapié en que siempre existirán diferencias de criterios entre las personas, es una forma de cultivar, por ejemplo, el Valor del "Respeto".
Asimismo se agrega la valoración de la llamada 'Diversidad", desde el punto de vista de que somos seres individuales y únicos y como tal debemos de apreciarnos en un contexto familiar y social.
Muy interesantes los planteamientos, del congreso internacional que llevara como tema central "Valores y paz: hacia una nueva cultura".
Con este evento cultural, ya se inició la propuesta con autores infantiles, artistas, bibliotecarios, facilitadores comunitarios y algunos maestros dedicados a los niños, niñas y jóvenes.
A mi entender, nuestro país necesita masificar acciones como estas que lleguen a los formadores de las escuelas, colegios y universidades. Además creo, que no debe de ser una actividad de varios días para unos pocos que puedan asistir y aprender a ser creativos en sus funciones, con la convicción de aportar a la promoción de los valores humanos.
Abogo por más congresos a nivel nacional, que trabajen en este sentido revolucionario de la educción de las personas. Con el paso de los años, de seguro que como fruto, seremos más humanos y tendremos un mundo social inundado por actos de solidaridad, perdón, honestidad, lealtad, tolerancia , respeto , amor, generosidad, obediencia , valentía, sinceridad..... Y sobre todo de paz.