Imita a personaje de "Crónica de una muerte anunciada"
Se trata de José Ernesto Velásquez, quien fue condenado a dos años de prisión acusado de violencia psicológica contra su esposa.
La condena contra Velásquez fue impuesta por un tribunal luego que la querella en su contra llegara a la Unidad de Atención a Víctimas de la ciudad de Baní.
La fiscal Marinel Brea Tejeda, de la Unidad de Atención a Víctimas, dijo que el hombre nativo de Villa Fundación “devolvió a su esposa, después de quince días de estar conviviendo maritalmente, porque supuestamente no era señorita”.
Explicó que señor José Ernesto Velásquez se casó con la joven de 25 años de edad y que su devolución le causó grandes daños psicológicos. Afirmó que la mujer intentó suicidarse y que en varias ocasiones fue atendida por deshidratación.
Caso de la novela de García Márquez
En un pequeño pueblo, cercano a la costa caribeña y prácticamente aislado cuya única conexión con el exterior es un río, se casan Bayardo San Román, rico y recién llegado, y Ángela Vicario. Tras celebrar su boda, los recién casados se retiran a su nueva casa, después de lo cual Bayardo descubre que su esposa no es virgen.
Cuando lo descubre, devuelve a Ángela Vicario a la casa de sus padres donde la madre de la chica la apalea. Ángela culpa de lo sucedido a Santiago Nasar, joven y querido vecino del pueblo.
Años después, Ángela Vicario seguirá escribiéndole cada día rogándole que vuelva, primero formalmente, después con cartas de joven enamorada y, finalmente, fingiendo enfermedades... Así pues, Bayardo San Román vuelve claramente desmejorado con toda la correspondencia sin abrir.
Los hermanos Vicario -Pedro y Pablo-, obligados por la defensa del honor familiar, anuncian por todo el pueblo que matarán a Santiago Nasar, quien curiosamente no se entera sino minutos antes de morir de las intenciones de los hermanos Vicario.
Éstos, después de considerarlo en varias ocasiones, acaban matándolo en la puerta de su casa, a la vista de la gente que no hizo o no pudo hacer nada para evitarlo. Pasados más de 20 años, un cronista se pregunta por tanto silencio, y reconstruye paso a paso los hechos que acabarán en la muerte de Santiago.
De este carácter real y verídico viene el nombre de crónica, que no sólo aparece en el título de la novela, sino que la orienta estructuralmente, ya que, desde el comienzo, lo que pretende el narrador es la recopilación de datos y testimonios, que de alguna manera puedan ayudar a entender el por qué del asesinato de Santiago Nasar, lo inevitable del mismo, así como los perfiles humanos y psicológicos de todos los personajes que tuvieron, por acción y omisión, algo que ver con el funesto suceso.
La opción digital
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