Por Raul Moreno Cárdenas
COTUI.- Durante una misa oficiada en la comunidad de El Limpio de Zambrana, organizada por la Asociación de Ganaderos Agropecuarios y la iglesia san José Obrero, más de quince sacerdotes de diferentes municipios pidieron la rápida intervención del gobierno a los fines de que sea revisado el contrato suscrito con la empresa Barrick Gold.
En documento dirigido a las autoridades manifestaron su interés para que de una vez y por toda quede resuelto el conflicto con la multinacional que ha alterado el estilo de vida en la provincia Sánchez Ramírez y otras poblaciones.
Denunciaron que el Estado comenzará a recibir los beneficios en varios años y que a los comunitarios de la provincia y zonas aledañas tan solo le quedará el sucio, la contaminación, depredación y muerte.
Los religiosos solicitaron del gobierno transparencia en las inversiones y las negociaciones a los fines de que las comunidades no salgan perjudicadas.
Solicitaron para las negociaciones la creación de una comisión competente que esté integrada por líderes reales de las comunidades y dirigentes del pueblo.
Pidieron que llegue a la población el 50 por ciento de los recursos generados en la mina de Pueblo Viejo y que la multinacional asuma la contaminación ambiental provocada a los ríos Maguaca y Yuna y otros.
Solicitaron de las autoridades que se establezcan los mecanismos para la creación en la zona de los servicios de agua potable, energía eléctrica, servicios de salud recolección de basura, mejora en la comunicación vial y empleos dignos para los habitantes de la región.
De su lado el sindico electo de Cotuí por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Rafael Molina Lluberes, indicó que la Barrick, lo tendrá de frente en sus reclamos de defensa a los munícipes, llueva, truene o venteé; dijo que llegó la hora de mudarse a Cotuí.
En el acto participaron más de mil habitantes procedentes de unas veinte comunidades y alrededor de quince sacerdotes de diferentes municipios entre ellos de Salcedo, San Francisco de Macorís, Monte Plata, Nagua, Bonao y Cotuí.
Entre los sacerdotes estuvieron Rogelio Cruz, de la parroquia Domingo Savio en La Vega; Rafael Columna, de Bonao; Bienvenido Suriel, de San José Obrero e Isidro Bautista, de la inmaculada Concepción.
En la actividad los dirigentes comunitarios Carlos Collado, Mario Antigua, Cristino Viloria, y Roque Batista, todos residentes en las cercanías de la mina, en Pueblo Viejo, lamentaron el que miles de animales de diferentes especies hallan muerto a causa de la contaminación de las aguas.
Durante la actividad, agentes policiales fueron enviados a la zona con la finalidad de evitar trastornos; los habitantes portaban pancartas con mensajes alusivos a las demandas.
En documento dirigido a las autoridades manifestaron su interés para que de una vez y por toda quede resuelto el conflicto con la multinacional que ha alterado el estilo de vida en la provincia Sánchez Ramírez y otras poblaciones.
Denunciaron que el Estado comenzará a recibir los beneficios en varios años y que a los comunitarios de la provincia y zonas aledañas tan solo le quedará el sucio, la contaminación, depredación y muerte.
Los religiosos solicitaron del gobierno transparencia en las inversiones y las negociaciones a los fines de que las comunidades no salgan perjudicadas.
Solicitaron para las negociaciones la creación de una comisión competente que esté integrada por líderes reales de las comunidades y dirigentes del pueblo.
Pidieron que llegue a la población el 50 por ciento de los recursos generados en la mina de Pueblo Viejo y que la multinacional asuma la contaminación ambiental provocada a los ríos Maguaca y Yuna y otros.
Solicitaron de las autoridades que se establezcan los mecanismos para la creación en la zona de los servicios de agua potable, energía eléctrica, servicios de salud recolección de basura, mejora en la comunicación vial y empleos dignos para los habitantes de la región.
De su lado el sindico electo de Cotuí por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Rafael Molina Lluberes, indicó que la Barrick, lo tendrá de frente en sus reclamos de defensa a los munícipes, llueva, truene o venteé; dijo que llegó la hora de mudarse a Cotuí.
En el acto participaron más de mil habitantes procedentes de unas veinte comunidades y alrededor de quince sacerdotes de diferentes municipios entre ellos de Salcedo, San Francisco de Macorís, Monte Plata, Nagua, Bonao y Cotuí.
Entre los sacerdotes estuvieron Rogelio Cruz, de la parroquia Domingo Savio en La Vega; Rafael Columna, de Bonao; Bienvenido Suriel, de San José Obrero e Isidro Bautista, de la inmaculada Concepción.
En la actividad los dirigentes comunitarios Carlos Collado, Mario Antigua, Cristino Viloria, y Roque Batista, todos residentes en las cercanías de la mina, en Pueblo Viejo, lamentaron el que miles de animales de diferentes especies hallan muerto a causa de la contaminación de las aguas.
Durante la actividad, agentes policiales fueron enviados a la zona con la finalidad de evitar trastornos; los habitantes portaban pancartas con mensajes alusivos a las demandas.
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