Un llamado a la cordura

04 noviembre, 2008


Las necesidades son extremas en El Pescozón, pero con violencia no obtendremos los resultados que queremos.


Por Eduardo Rosario

Vivir sin el servicio de agua potable por más de 15 años, parecería un cuento en cualquier país desarrollado. No así en la República Dominicana, donde la comunidad de El Pescozón, Distritito Municipal de Angelina, provincia Sánchez Ramírez, carece de este servicio desde 1990.


A la crisis de agua y a las secuelas que provienen de ella, se suman el deterioro del servicio eléctrico y las paupérrimas condiciones del tramo carretero, Guachupita –El Pescozón, y a demás la utopía, que es para muchos, ver las calles de su barrio asfaltadas.


Ni agua, ni calle, ni luz, es “La tripleta” que tiene desahuciados a los moradores de El Pescozón, que están cansados de esperar las soluciones de sus problemas por parte de las autoridades.


Ante la falta de respuestas a sus necesidades, las huelgas han vuelto aparecer en esta comunidad agraria, como un método de lucha que procura llamar la atención del gobierno.


Pero resulta que las huelgas nunca han llevado al Pescozón otra cosa que no sea desorden, presos y heridos. Si no es así, que alguien me refresque la memoria.


Las huelgas de ayer y las de hoy no ofrecen los resultados que se esperan, porque no causan impacto en los medios de comunicación de alcance nacional. Y si los medios no la reportan el gobierno difícilmente se de por enterado.


Y no causan impacto porque El Pescozón es una comunidad rural, sin empresas, sin mayores atractivos. No hay que pasar con criterio de obligatoriedad por nuestra carretera principal para llegar a ninguna ciudad de importancia, de ahí que paralizar el tránsito por varias horas no provoca los daños , que produce una huelga en San Francisco de Macorís o Navarrete provincia Santiago.



Esto quiere decir, que son muy mínimos los efectos negativos, que para la economía nacional causan las protestas violentas que se escenifican en El Pescozón, y si no hay daños mayores no hay noticia.


Algunos medios de comunicación cuentan con reporteros locales, pero no es lo mismo cubrir un hecho por disposición de la producción del noticiario o periódico, que una nota que envíe un corresponsal.

Además de la poca cobertura noticiosa de las huelgas en El Pescozón; lanzar basura, quemar neumáticos en la calles y obstaculizar el tránsito es contrario al orden que debe imperar en un lugar cualquiera de nuestro páis y violentar el orden es penado por ley.



Pero si le sumamos a esto que las huelgas son aprovechadas por desaprensivos, para cometer atracos, romper cristales, protestar lazando obstáculos a las calles en horas de la noche, y como si fuera poco, tirarle piedras a los autobuses de los estudiantes universitarios, tenemos que llegar a la conclusión que más que bien, las huelgas sólo causan daños a nuestro barrio.



Recientemente en el tramo carretero Guachupita-El Pescozón, un joven murió por los tiros que desde un vehículo unos desconocidos les dispararon. ¡Vaya casualidad!, estaba junto a otros jóvenes protestando “haciendo huelga” a las 10 de la noche en un lugar oscuro e inhóspito, demandado la terminación de la carretera.



Es cierto que personas desesperadas por la falta de agua, calles y energía eléctrica, participan en las protestas y se limitan a lanzar escombros a las calles, a quemar una que otras gomas y cuando llega la policía “a correr fanáticos”, pero estos compueblanos que son más que los desaprensivos, lo hacen por amor su barrio y por el sufrimiento que padecen.



Otra dos razones por la que las huelgas no tienen sentido, es porque los movimientos o sindicatos que en nuestro país las promueven están desacreditados ante la población, por que la mayoría de sus dirigentes sólo busca lo suyo y exponen a los demás al peligro.



Así mismo las mayorías de las protestas de este tipo corren el riesgo de ser calificadas como políticas por el gobierno.


En el caso de El Pescozón y comunidades aledañas es triste reconocerlo ya se escucha la frase” Tengo que hacer una huelguita para buscarme lo mío”.



La Expresión de Angelina se identifica plenamente con los problemas de su comunidad, pero rechaza tajantemente la violencia en la búsqueda de las soluciones. Esperamos que estas explicaciones arrojen luz al respecto y promuevan a la cordura.


Ahí viene la navidad, continuemos la lucha, estaremos siempre a la disposición, y no descansaremos hasta ver El Pescozón con Agua y calles, pero luchemos con métodos más creativos, más eficaces que puedan impactar y traer como resultado lo esperado.


No la violencia, no queremos caos, heridos ni mucho menos muertos, queremos progreso.

4 comentarios

Anónimo dijo...

Estoy totalmente deacuerdo con tus razones, por cierto muy justificables. Espero que los jóbenes de nuestro barrio, los que hacen la huelga porque le duele su comunidad, entiendan que hacer caos y desorden no constribuye para el progreso...

4 de noviembre de 2008, 19:48
Anónimo dijo...

Nicasio Gómez

Estoy totalmente de acuerdo con tus razones, por cierto muy justificables. Espero que los jóvenes de nuestro barrio, los que hacen la huelga porque le duele su comunidad, entiendan que hacer caos y desorden no contribuye para el progreso...

4 de noviembre de 2008, 20:14
Anónimo dijo...

Yo entiendo que la huelga no es la mejor forma de hacer las cosas menos ahora con todos los problemas que hay, me parece que es la hora de que en el pescozón la gente comienze a preocuparse mas por el bario y los problemas que nos afectan, formando un grupo o junta de vecino que si funcione, que se olvide de los lucros y trabaje por ese pedacito de tierra que es importante para tantos y que quizas no le damos el valor que en realidad merece.

5 de noviembre de 2008, 8:34
Anónimo dijo...

tenemos k unir las fuerza angelinera para lograr nuestras meta ya baste de guachupita,pezcoson , angelina adentro somo todos una comunidad angelina ent city ok ...
k viva mi pequeña angelina ...

5 de noviembre de 2008, 11:06