El hijo y la nuera se cansaron de la situación. 'Tenemos que hacer algo con papá', dijo el hijo. 'Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo'.
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.Ver Archivo Completo
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